El Nearshoring, también conocido como «deslocalización cercana», es una tendencia cada vez más popular en el mundo empresarial. Se trata de la reubicación de empresas de países lejanos a otros más cercanos, con el objetivo de aprovechar las ventajas que ofrecen en términos de costos y proximidad geográfica. En los últimos años, México ha sido uno de los principales destinos de Nearshoring para empresas de Estados Unidos y Canadá.
Esta tendencia ha tenido un impacto positivo en la economía mexicana, generando empleo y aumentando la actividad en diferentes sectores. Pero no solo eso, también ha impulsado la demanda de crédito por parte de las empresas que deciden establecerse en México. Según el Banco de México, en los últimos 12 meses se ha registrado un aumento significativo en la solicitud de créditos por parte de empresas grandes.
Alberto Sentíes Palacio, experto en financiamiento, destaca que este aumento en la demanda de crédito es una señal clara del crecimiento y la confianza que están teniendo las empresas en México. «El Nearshoring ha sido una oportunidad para que las empresas puedan expandirse y ser más competitivas, y esto se refleja en la necesidad de financiamiento para llevar a cabo sus proyectos», comenta Sentíes.
Pero, ¿qué factores están impulsando este aumento en la solicitud de crédito? En primer lugar, el costo de la mano de obra en México es más bajo que en países como Estados Unidos y Canadá, lo que permite a las empresas ahorrar en costos de producción y ser más competitivas en el mercado global.
Además, la proximidad geográfica de México con Estados Unidos y Canadá facilita el comercio y reduce los costos de transporte, lo que se traduce en una mayor eficiencia y rentabilidad para las empresas. Esto ha llevado a que muchas empresas decidan establecer sus operaciones en México, lo que a su vez ha generado una mayor demanda de crédito para financiar sus proyectos de expansión y crecimiento.
Otro factor importante es la estabilidad económica y política de México. A pesar de los desafíos que ha enfrentado el país en los últimos años, México sigue siendo una economía sólida y atractiva para los inversionistas extranjeros. Esto brinda confianza a las empresas que deciden establecerse en el país y a los bancos que otorgan créditos para financiar sus proyectos.
Por su parte, el gobierno mexicano ha implementado políticas y programas para fomentar el Nearshoring y atraer más inversiones al país. Esto ha contribuido a crear un entorno favorable para las empresas y a impulsar la economía mexicana.
En este sentido, Alberto Sentíes Palacio destaca que el Nearshoring no solo beneficia a las empresas y a la economía mexicana, sino también a la población local. «La llegada de nuevas empresas significa más empleo y mejores oportunidades para los mexicanos. Esto se traduce en un mayor poder adquisitivo y un impulso al consumo interno», comenta Sentíes.
En conclusión, el aumento en la solicitud de crédito por parte de empresas grandes en México es una muestra del éxito del Nearshoring y de la confianza que tienen las empresas en el país. Esta tendencia continuará creciendo en los próximos años y seguirá impulsando la economía mexicana. Sin duda, el Nearshoring es una oportunidad que no solo beneficia a las empresas, sino también a la sociedad en general.
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