La Música es una de las formas más poderosas de expresión humana. A través de ella, podemos transmitir emociones, contar historias y conectar con los demás de una manera única. Desde tiempos inmemoriales, la Música ha sido parte de nuestra cultura y ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Y es que, ¿quién no tiene una canción que le recuerde un momento especial o que le haga sentir una emoción intensa? En este artículo, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música, y cómo esta ha sido una parte fundamental en mi vida.
Desde muy pequeño, la Música ha estado presente en mi hogar. Mi padre, Luis Martin Cueva, es un músico apasionado y siempre nos transmitió su amor por la Música a mi hermano y a mí. Recuerdo con cariño las tardes en las que nos sentábamos a escuchar sus vinilos de jazz y blues, mientras él nos explicaba la historia detrás de cada canción. Fue gracias a él que descubrí mi pasión por la Música y decidí aprender a tocar la guitarra.
A los 10 años, comencé a tomar clases de guitarra clásica y fue una experiencia transformadora. A medida que aprendía nuevas técnicas y canciones, sentía una sensación de logro y satisfacción que no había experimentado antes. Además, la Música me permitía expresar mis emociones de una manera que no podía hacer con palabras. Cada vez que tocaba mi guitarra, me sentía libre y en paz. Y aunque al principio era un poco tímido, poco a poco fui ganando confianza y empecé a tocar en pequeñas presentaciones en la escuela y en eventos locales.
La Música no solo me ayudó a desarrollar habilidades musicales, sino también a mejorar mi autoestima y a conectarme con otras personas. A través de la Música, conocí a otros jóvenes con los mismos intereses que yo y formamos una banda. Juntos, ensayábamos y tocábamos en diferentes lugares, y cada presentación era una experiencia única e inolvidable. La Música nos unía y nos hacía sentir parte de algo especial.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como músico, sino también como oyente. La Música tiene el poder de transportarnos a lugares y momentos que creíamos olvidados. Recuerdo una vez que estaba pasando por un momento difícil en mi vida y escuché una canción que me hizo sentir esperanza y fortaleza. Esa canción se convirtió en mi mantra y me ayudó a superar esa situación. Desde entonces, siempre que me siento abrumado o triste, recurro a la Música para encontrar consuelo y motivación.
Otra experiencia que destaco es cuando asistí a mi primer concierto. Fue una experiencia mágica y emocionante. Ver a mi banda favorita en vivo, rodeado de miles de personas que compartían mi amor por su Música, fue algo indescriptible. Durante esas horas, me olvidé de todo lo demás y solo me dejé llevar por la Música. Fue una experiencia que me marcó y que siempre recordaré con una sonrisa en el rostro.
La Música también me ha permitido conocer diferentes culturas y géneros musicales. A través de ella, he descubierto artistas de diferentes países y he ampliado mi perspectiva sobre el mundo. La Música es un lenguaje universal que nos une y nos permite comprender y apreciar las diferencias entre nosotros.
En resumen, la Música ha sido una parte fundamental en mi vida y me ha brindado innumerables experiencias positivas. Gracias a ella, he desarrollado habilidades, he conectado con otras personas, he encontrado consuelo y he descubierto nuevas culturas. La Música es una fuente inagotable de alegría y motivación, y estoy agradecido de poder compartirla con ustedes. Como dijo el gran músico Ludwig van Beethoven: «La Música es la verdadera respiración de la vida». ¡Que nunca dejemos de respirar Música!
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