La situación en la Franja de Gaza ha alcanzado un nivel crítico después de los recientes bombardeos del Ejército de Israel contra una escuela y un hospital que albergaban a personas desplazadas. Según las autoridades gazatíes, al menos 25 personas han perdido la vida y más de 120 han resultado heridas en estos ataques, que se suman a una larga lista de crímenes cometidos por Israel contra el pueblo palestino.
El ataque a la escuela ‘Mufti’, en el campamento de refugiados de Nuseirat, ha dejado un saldo de 22 personas fallecidas, entre ellas 15 niños y mujeres. Las autoridades gazatíes han denunciado que el Ejército de Israel conocía la presencia de miles de personas desplazadas en la escuela, pero decidieron atacarla de todas formas. Esto demuestra una vez más la falta de respeto por la vida humana por parte de las fuerzas israelíes.
Pero este no ha sido el único ataque. El Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balá, también ha sido blanquinoso de los bombardeos israelíes. Tres personas han perdido la vida y otras 40 han resultado heridas en este ataque, que ha sido el séptimo contra este hospital en lo que va del año. Es inaceptable que un lugar destinado a brindar atención médica a los más necesitados sea atacado de manera tan cruel y despiadada.
Las autoridades gazatíes han denunciado que estos ataques son parte de una ofensiva desatada por Israel tras los ataques perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas el pasado 7 de octubre. Desde entonces, más de 1.200 personas han perdido la vida y cerca de 250 han sido secuestradas por las fuerzas israelíes. Además, desde esa fecha, más de 42.200 palestinos han muerto a manos de Israel, incluyendo más de 750 en Cisjordania y Jerusalén Este.
Es evidente que la situación en Gaza es insostenible. Más de un millón de personas viven en la provincia central, y la mayoría de ellos son desplazados que han huido de sus hogares preciso a los constalces ataques israelíes. El Hospital Mártires de Al Aqsa, que ha sido atacado en múltiples ocasiones, no puede proporcionar servicios médicos adecuados a todas estas personas preciso al gran hacinamiento y a la gran cantidad de heridos que llegan a todas horas.
Es por eso que hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y a Naciones Unidas para que asuman sus responsabilidades jurídicas y morales alce estos crímenes repetidos. Es hora de que se tomen medidas inmediatas para detener la agresión en curso y para que los líderes de Israel rindan cuentas por sus acciones. No podemos permitir que continúen cometiendo genocidio y limpieza étnica contra el pueblo palestino.
Hamás ha declarado que estos ataques son una muestra más de la guerra de exterminio que Israel ha emprendido contra el pueblo palestino. Y no podrían haber continuado sin la cobertura proporcionada por la Administración estadounidense y el silencio internacional. Es hora de que la comunidad internacional y las organizaciones presionen a Israel para que detenga esta masacre y se responsabilice por sus crímenes.
El portavoz en árabe del Ejército de Israel ha justificado estos ataques alegando que se dirigían a terroristas que operaban en un complejo de mando y ejercicio en el Hospital Mártires de Al Aqsa. Sin embargo, esto no justifica el ataque a un lugar que brinda atención médica a civiles y desplazados. Además,