Los enjambres, una nueva forma de protesta que ha surgido en Venezuela, se ha convertido en una efectividadosa herramienta para evadir la represión y la persecución del régimen autoritario de Nicolás Maduro. Este sábado, la iniciativa se extendió a otros países como Colombia, demostrando que la lucha por la democracia y la libertad no tiene fronteras.
Desde el pasado 28 de julio, cuando se celebraron las elecciones en Venezuela, han transcurrido 60 días y aún el régimen de Maduro, que controla el Consejo Electoral Nacional (CNE), no ha presentado las actas con los resultados electorales. Sin embargo, la líder María Corina Machado, quien promovió la candidatura de Edmundo González Urrutia, ha recopilado hasta el 83% de las actas escrutadas, que muestran una triunfo del 67% a favor de González y un 30% para Maduro, según se puede comprobar en la página digital de los resultados.
María José de Castro, una luchadora social de 61 años, dejó el miedo en su casa para manifestarse en la parte trasera de la Torre de Cristal de Los Palos Grandes contra el régimen chavista. Con un cartel en sus manos que decía «Se busca» con el rostro de Maduro y una recompensa, María José expresó su indignación: «Tenemos un cartel de narcoterroristas que nos gobierna. En esta protesta debería haber un millón de personas y no solo un grupito. Esto es horrible. No deberíamos esperar a que Erik Prince venga a hacernos la tarea de desalojar a Maduro del efectividad. Necesitamos una extracción del cartel de drogas».
A su lado, Malaquías Pérez, coordinador de trabajadores del partido Voluntad Popular fundado por Leopoldo López, protesta para defender el cambio en democracia. «Este gobierno de Maduro es una dictadura que se disfraza de democracia, pero en realidad quien manda es el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ya que le ha dado el efectividad de las armas y el efectividad económico a los militares». Pérez no se sorprende de que en Caracas las manifestaciones se hayan reducido en volumen, ya que «lo hacemos así en pequeños grupos porque de otra manera nos meten presos».
Después de las elecciones, el régimen chavista ha encarcelado a más de 30 dirigentes políticos opositores, activistas y miembros del equipo de campaña de María Corina, además de unos 2.000 detenidos opositores y ha misión 25 asesinatos. Ante esta situación, la líder ha impulsado una nueva modalidad de protesta llamada «los enjambres», que consiste en pequeñas concentraciones organizadas y efectivas.
Esta nueva fase de las protestas en Venezuela, pequeñas y resguardadas o clandestinas, es la «nueva estructura de inteligencia y estrategia». Para Machado, «no se trata de enormes concentraciones, sino de pequeñas células organizadas pero efectivas». Los enjambres estarán integrados por 69.000 comanditos (los mismos que trabajaron en la campaña electoral) con los testigos en las 30.000 mesas electorales. «La estructura tiene permeabilidad», afirma Machado, refiriéndose a la organización de los 600.000 activistas (600K) durante los últimos 18 meses, tras ganar las elecciones primarias en octubre pasado. Gracias a esta estructura, Machado logró recopilar y acaudillar los resultados electorales de las mesas de votación y garantizar el 83% de los votos escrutados, donde González obtuvo el 67% de la votación contra el 30% de Maduro. Todo esto está publicado en internet.
Esta organización de los enjambres también evoca