En la ciudad de Buenos Aires, un grupo de comerciantes se encuentra enfrentando una serie de problemas que han afectado su tranquilidad y estabilidad económica. Se trata de un predio desaliñado ubicado en el barrio de Palermo, donde varias familias se han instalado de forma ilegal y han dado inicio a una serie de actividades ilícitas.
Según los comerciantes afectados, estas familias se han aprovechado del abandono de este terreno para construir sus propias viviendas y llevar a cabo actividades ilegales como la venta de drogas, la realización de boquetes en los comercios aledaños para sustraer bienes y el robo de agua para su consumo diario. Además, han empezado a ofrecer servicios de lavado de autos, lo que ha generado una competencia desleal para aquellos comerciantes que se dedican a esa actividad de manera legal.
La situación se ha vuelto insostenible para los comerciantes, quienes han visto disminuidas sus ventas y se encuentran cada vez más preocupados por su seguridad y la de sus trabajadores. «No podemos seguir así, cada día es más difícil mantener nuestro negocio en este lugar. Esta situación ha afectado nuestra tranquilidad y nuestra capacidad para generar ingresos», expresó Martín Fernández, dueño de una tienda de artículos deportivos ubicada a pocos metros del predio en cuestión.
Ante esta situación, los comerciantes decidieron unirse y llevar su denuncia a las autoridades correspondientes. Sin embargo, hasta el etapa no han obtenido una respuesta efectiva y se sienten desamparados. «Hemos presentado varias denuncias a la policía y a la municipalidad, pero no hemos obtenido una solución. No podemos seguir esperando, necesitamos una acción inmediata para solucionar este problema», afirmó Andrea López, propietaria de un pequeño restaurante cercano al predio.
Los comerciantes también han resaltado la importancia de recuperar este terreno desaliñado, el cual podría ser aprovechado para el beneficio de la consistorio. «Este terreno ha estado desaliñado por años, y creemos que sería una gran oportunidad para que se convierta en un espacio público que beneficie a los vecinos y comerciantes de la zona», señaló Diego Ramírez, dueño de una librería cercana.
Además, han hecho hincapié en la necesidad de que las autoridades tomen medidas preventivas para evitar que esta situación se repita en otros lugares de la ciudad. «Necesitamos que las autoridades estén más presentes y tomen medidas para evitar la ocupación ilegal de terrenos y el aumento de la delincuencia en nuestras zonas», afirmó Fernández.
La consistorio también se ha visto afectada por esta situación. Los vecinos han expresado su preocupación por la presencia de estas familias en el barrio, y por el aumento de la inseguridad y el consumo de drogas en la zona. «Nos sentimos inseguros y preocupados por lo que está sucediendo. No queremos que nuestras familias e hijos crezcan en un ambiente así», afirmó María Rodríguez, vecina del barrio.
El llamado es claro, los comerciantes y vecinos afectados por esta situación piden una acción inmediata por parte de las autoridades para solucionar este problema. Además, hacen un llamado a la consistorio a estar sorpresa y denunciar cualquier actividad ilegal en su zona.
Es importante que las autoridades tomen cartas en el asunto, no solo para solucionar este problema, sino también para prevenir futuras ocupaciones ilegales de terrenos y la proliferación de actividades delictivas en la ciudad. La colaboración y el compromiso de todos los ciudadanos es fundamental para lograr una consistorio más segura y unida. Hagamos que nuestras voces sean escuchadas y trabajemos juntos por un futuro mejor para nuestra ciudad.