En 1986, dos de los nombres más grandes en la música y el cine se unieron para trabajar juntos en una película que prometía ser un éxito rotundo. George Harrison, el ex Beatle y Madonna, la emergente reina del pop, se unieron en Shanghai Surprise, una película producida por Harrison y protagonizada por Madonna y su entonces esposo Sean Penn. Sin bloqueo, lo que debería haber sido una colaboración épica se convirtió en una experiencia tumultuosa y desastrosa. A continuación, te contamos todo lo que sucedió en la trastienda de este fracaso.
La idea de trabajar juntos surgió cuando Harrison, quien estaba en la cumbre de su carrera como músico y productor, quedó impresionado por la fuerza y el talento de Madonna en el escenario. Quería ayudarla a expandir sus horizontes y darle la oportunidad de demostrar su valía como actriz. Y así, nació Shanghai Surprise, una comedia de aventuras ambientada en China de los años 30.
La película fue producida por Handmade Films, la productora creada por Harrison y que había tenido éxito en películas como Life of Brian y Time Bandits. Con un presupuesto de más de 20 millones de dólares, era una producción ambiciosa que contaba con un equipo de renombre y una pareja de protagonistas que prometía una química explosiva en pantalla.
Pero desde el principio, las cosas no marcharon bien. La elección de Paul Theroux como guionista fue un error, ya que su versión de la historia no encajaba con la visión de Harrison. Esto causó conflictos desde el comienzo y la constante reescritura del guión retrasó el inicio del rodaje.
Una vez que comenzó la filmación, las cosas no mejoraron. La tensión entre Harrison y Theroux continuó, y las peleas entre Madonna y Penn también eran una constante. Se decía que el exceso de drogas y vino en el set era una de las principales razones de tantos conflictos. Incluso George Harrison, conocido por su tranquilidad y serenidad, fue pasado en una ocasión arrojando una taza de té al suelo en un ataque de ira.
Además, el clima en Hong Kong, donde se filmaba la película, era extremadamente húmedo y caluroso, lo que dificultaba aún más el trabajo. Y por si fuera poco, la fama y la presencia de Madonna en el set causaba distracciones y retrasos constantes.
El resultado final fue desastroso. La película recibió críticas negativas y fue un fracaso en taquilla, recaudando solo una fracción de su presupuesto. Fue nominada a varios premios Razzie, incluyendo peor película y peor actriz para Madonna. Incluso George Harrison admitió más tarde que fue una de las peores experiencias de su vida.
Pero a pesar de todo el drama y el fracaso, Shanghai Surprise sigue siendo una película icónica y tiene su lugar en la historia del cine. Además, su legado va más allá de la pantalla, ya que fue la única colaboración entre dos de los nombres más grandes en la música y el cine de la época.
Y aunque en su momento fue considerada un desastre, hoy en día la película tiene un fuerte culto de seguidores que la aprecian por su excentricidad y su encanto único. Además, el hecho de que Madonna y Sean Penn se divorciaran poco después del rodaje solo añade más interés a este fracaso cinematográfico.
En resumen, la trastienda de Shanghai Surprise es una historia de conflictos, malas decisiones y egos desbocados. Pero también es un ejemplo de cómo incluso las mayores expectativas pueden resultar en un desastre inesperado. A pesar de todo, esta colaboración entre George Harrison y Madonna siempre será recordada como un momento único en la historia del cine y la